Madre, una gracia te pido, 
que me sanes en cuerpo y alma.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

SOLO QUIEN PERDONA ES LIBRE


SOLO QUIEN PERDONA ES LIBRE

Todo sentimiento de odio,
de rebeldía,
de venganza
o agresión,
nos hace esclavos
de nosotros mismos,
esclavos de nuestras
pasiones e instintos.

Poco a poco
actúan en nosotros
como ídolos que exigen
que sus caprichos
sean satisfechos.

Quien odia, se esclaviza.
Quien perdona, se libera.

Carlos A. Schmitt



Creemos firmemente que Cristo vino a liberarnos de nuestros egoismos, de nuestras ganas de tener, de nuestra falta de humanidad.

El tiempo de Adviento nos ayuda a reflexionar qué cosas hacemos para cambiar nuestra vida. Pensemos que si celebramos todos los años el nacimiento del Señor, el Príncipe de la Paz, pero no cambiamos en nada ¿qué recompensa tendremos? porque los hipócritas hacen lo mismo.

Prepararse para la llegada del Señor, tanto para la celebración de Navidad como para su segunda venida, es no buscar tener sino SER; es compartir con el que no tiene; es perdonar más que querer ser perdonado; es amar más que querer ser amado; es dar sin esperar nada a cambio.

Pidamos al Señor la gracia de la verdadera conversión, para que percibamos que habrá la verdadera Navidad cuando ya no haya un hermano con hambre ni al borde del camino.


P. Adelino, HSICM

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