CUARTA SEMANA - SABER PEDIR
MOTIVACIÓN:
Saber pedir a Dios no es tener palabras cultas en el momento de rezar,
sino pedir lo que sea de su voluntad. Dios saber nuestras necesidades
y sabe el tiempo oportuno para darnos lo que queremos.
PALABRA DE DIOS (Mt 7, 7-12)
Dijo Jesús a sus discípulos:
“Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá: porque quien pide recibe, quien busca encuentra y a quien llama se le abre.
Si alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente?. Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden?
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten: en esto consiste la ley de los profetas”.
REFLEXION:
La vida actual hace difícil la oración. Para orar necesitamos reconocernos necesitados y disponer de serenidad y silencio para hablar con Dios. Y estas condiciones no se dan generalmente en nuestra vida diaria, tan ajetreada y ruidosa.
En la oración de petición, que es la que más hacemos, no debemos ponerle condiciones a Dios. El, que es Padre, nos dará aquellos que nos conviene.
ORACIÓN DEL POBRE.
Vengo ante ti, mi Señor, con el peso de mi culpa.
Con la fe puesta en tu amor que me abraza como un hijo.
Te abro mi corazón y te ofrezco mi miseria,
despojado de mis cosas quiero llenarme de ti.
Que tu Espíritu, Señor, abrase todo mi ser.
Hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera..
Puesto en tus manos, Señor, siento que soy pobre y débil;
más tú me quieres así; yo te bendigo y te alabo.
Padre, en mi debilidad tu me das la fortaleza;
amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón.
MOTIVACIÓN:
Saber pedir a Dios no es tener palabras cultas en el momento de rezar,
sino pedir lo que sea de su voluntad. Dios saber nuestras necesidades
y sabe el tiempo oportuno para darnos lo que queremos.
PALABRA DE DIOS (Mt 7, 7-12)
Dijo Jesús a sus discípulos:
“Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá: porque quien pide recibe, quien busca encuentra y a quien llama se le abre.
Si alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente?. Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden?
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten: en esto consiste la ley de los profetas”.
REFLEXION:
La vida actual hace difícil la oración. Para orar necesitamos reconocernos necesitados y disponer de serenidad y silencio para hablar con Dios. Y estas condiciones no se dan generalmente en nuestra vida diaria, tan ajetreada y ruidosa.
En la oración de petición, que es la que más hacemos, no debemos ponerle condiciones a Dios. El, que es Padre, nos dará aquellos que nos conviene.
ORACIÓN DEL POBRE.
Vengo ante ti, mi Señor, con el peso de mi culpa.
Con la fe puesta en tu amor que me abraza como un hijo.
Te abro mi corazón y te ofrezco mi miseria,
despojado de mis cosas quiero llenarme de ti.
Que tu Espíritu, Señor, abrase todo mi ser.
Hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera..
Puesto en tus manos, Señor, siento que soy pobre y débil;
más tú me quieres así; yo te bendigo y te alabo.
Padre, en mi debilidad tu me das la fortaleza;
amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón.
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