Madre, una gracia te pido, 
que me sanes en cuerpo y alma.

sábado, 2 de enero de 2010

Aporte para la PRÉDICA DEL 2° DOM DE NAVIDAD


Comprender la Liturgia dominical por el Padre Adelino
Empecemos por pensar en la Sabiduría de Dios. Dios en su Sabiduría ha creado todas las cosas y las hizo bien hechas (así nos dice el Libro del Génesis). Esa misma Sabiduría está en la Palabra creadora del Creador, es ella misma la Palabra del Creador y es la que ordena todo lo creado. En este sentido la Sabiduría es personificada en la Acción Creadora de Dios, gana sentido de Verbo: "hágase". En este mismo sentido nos encontramos con el texto de la Primera Lectura de hoy:
"El creador de todas las cosas me dio una orden, el que me creó me hizo instalar mi carpa, él me dijo: "Levanta tu carpa en Jacob y fija tu herencia en Israel". Él me creó antes de los los siglos no dejaré de existir..."
El orden que le da el creador a la Sabiduría contiene un doble sentido, primero el de crear el universo, las cosas, dándoles sentido; es segundo es que le pide o mejor dicho, la ordena que habite en la tierra.
¿Para qué la Sabiduría en la tierra? ¿Cuál es su función? Acordémonos que la Sabiduría es Don del Espíritu Santo. Sólo a través de la sabiduría podemos conocer a Dios. Ya no es la sabiduría que buscaban los filósofos griegos, la que lleva a la felicidad, sino la sabiduría que trae la felicidad de pertenecer a Dios y la vida eterna, para los que esperan en el Señor.
Y la Sabiduría vino a armar su carpa entre nosotros... Fue creada antes de todo lo creado, existirá eternamente. Observemos el paralelismo. Es lo que dice el Evangelio referiéndose a Jesús:
"La Palabra estaba con Dios, la Palabra era Dios y la Palabra armó su carpa entre nosotros..."
Creo que podemos hacer una relación más clara entre la Primera Lectura (la Sabiduría) y el Evangelio (Jesús). La Sabiduría nos sirve para que nos acerquemos a Dios, hemos dicho anteriormente, pero la única forma de acercarse a Dios, el único camino es su Hijo Jesucristo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por mí". Entonces la Sabiduría en el Antiguo Testamento servía para preparar la llegada del Salvador, hoy nos sirve a nosotros para que reconozcamos que sin Él no tenemos vida plena.
Por otro lado la Sabiduría ahora es personificada en Jesús, porque todo fue creado en él, por él y para él; en otras Palabras la Sabiduría es el mismo Jesús, la Palabra Eterna del Padre, la Palabra que asume nuestra carne, que asume nuestra dimensión humana, nuestra condición humana en todo menos en el pecado (reflexión de la Navidad). La Sabiduría-Jesús es la Acción creadora y la Acción renovadora del Padre, pero la renovación del Padre es en su Hijo, que a la vez es su Palabra. En el Apocalipsis Jesús va a proclamar: "Yo hago nueva todas las cosas", porque el poder ahora pertenece a él y él obra según la voluntad del Padre, según su Palabra. (desde aquí se podría hablar de otros temas más como por ejemplo, la preexistencia de Jesús, la unidad de Jesús con el Padre, la formación de la Trinidad... pero durante el año reflexionaremos sobre estos temas).
La sabiduría es lo que nos da la condición para reconocer la Acción de Dios como creador y dueño de todo lo creado. Si los científicos no lo reconocen de esta forma, es porque no hay sabiduría divina, hay solo la inteligencia humana.
La sabiduría nos capacita para que levantemos la voz al igual que San Pablo y digamos:
"Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegidos en él antes de la creación del mundo..."
o sea, existimos desde siempre en el corazón del Padre, o de la Trinidad Santa, por eso Jesús dice en su ascención: "voy a la casa del Padre a prepararles un lugar", todo eso es sólo por el hecho de que "Dios nos ha amado primero".

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