Madre, una gracia te pido, 
que me sanes en cuerpo y alma.

martes, 26 de enero de 2010

REFLEXIÓN - LOS TRES COLADORES


Dice la leyenda que un día visiblemente excitado vino uno de los discípulos corriendo hasta el sabio Sócrates: "Escucha, Sócrates, tengo que contarte algo..." "¡Cállate un instante!", le interrumpió Sócrates
-"¿Has pasado por los tres coladores lo que me vas a contar?"

-"¿Tres coladores?”, preguntó el discípulo sorprendido.

-"Sí, tres coladores”, contestó Sócrates:

El primer colador es la verdad.

¿Has examinado bien todo lo que me vas a decir y has comprobado que todo es verdad?"

-"No, yo sólo he oído contarlo."

-"¡Ah, con que sólo has oído contarlo.'

Pero seguramente que lo habrás pasado por el segundo colador: Es el bien.

Eso que me vas a contar, ya que no estás seguro de que sea verdad,

por lo menos ¿estás seguro de que me hará bien; ¿Crees que es bueno que yo lo oiga?,

¿Es un bien también para el otro?"

-Respondió el otro: "Precisamente bueno, no, más bien lo contrario."

-El sabio tomó de nuevo la palabra, y le dijo: "Echemos ahora manos del tercer colador:

La necesidad, y preguntémonos si es necesario que me cuentes eso que tanto te ha excitado." A lo que el hombre respondió:

-"Tampoco es que sea necesario."

Y con una sonrisa en el rostro, el sabio concluyó:

- "Pues si lo que me vas a decir no es verdad, ni es bueno, ni tampoco es necesario,

entonces entiérralo en el olvido y no te cargues con eso ni me cargues a mí tampoco.”


A veces no nos damos cuenta y entramos en conversaciones que no nos dicen respecto. Escuchamos cosas que nos cuentan como verdaderas y a veces las transmitimos como verdaderas. Pensemos que aunque se trate de una verdad, hace falta saber si es un bien y si es necesario divulgarla.

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