Predicador de la orden de los franciscanos
Festividad: 13 de junio
Fecha canonización: 1.232
Nacionalidad: portugués
“Pedile a San Antonio que te mande un novio”. ¡Cómo si fuera así de fácil!, dirán muchos. Lo cierto es que esta frase, popularizada por la famosa canción del cantante Sergio Denis, es tenida en cuenta por miles de creyentes que rezan con fervor a este santo todos los 13 del año para encontrar el verdadero amor de su vida o conservar el que ya tienen.
Para esa fecha, en Argentina, numerosas personas concurren a la Iglesia San Antonio, en el barrio de Parque Patricios, para llevar su plegaria. En la ciudad italiana de Padua, donde murió el santo y por la cual adquirió su apellido, miles de turistas llegan todos los días a la Basílica, donde está su tumba, entusiasmados para encender velas, comprar estampitas, hacer sus promesas y también agradecer por los pedidos cumplidos.
Existen anécdotas asombrosas en torno a la forma en la que se debe hacer la plegaria. La más conocida cuenta que se debe poner la estampita del santo boca abajo tapada con una tela roja hasta que se cumpla con el pedido. Como si el pobre santo estuviese en penitencia hasta que cumpla con el pedido. La verdad es que nada de eso hace falta. Lo que cuenta es la fe con que se reza y el respeto por la creencia.
León XIII lo llamó "el santo de todo el mundo", porque su imagen y devoción se encuentran por todas partes. Además de interceder ante Dios ante los pedidos de encontrar una buena pareja, se lo conoce también como patrón de mujeres estériles, pobres, viajeros, marineros, albañiles, panaderos y papeleros. También se lo suele invocar para encontrar objetos perdidos.
Se lo llama el "Milagroso San Antonio" por ser interminable la lista de favores cometidos a sus devotos desde el momento de su muerte. Uno de los milagros más famosos de su vida es el de la mula: una persona le pidió a San Antonio que pruebe con un milagro que Jesús está en la “Santa Hostia”. El hombre dejó a su mula tres días sin comer, luego cuando la llevó a la puerta de un templo le mostró un bulto de pasto fresco, delante de ella también estaba San Antonio con una hostia, pero la mula dejó el pasto, fue ante la hostia y se arrodilló.
¿Cómo se le pide a San Antonio?
Los católicos rezamos a los santos para que intercedan por nosotros ante Dios. No es obligación repetir con exactitud una oración para ser escuchado. Las palabras dichas desde el corazón, con profunda entrega, como si fuera una charla entre amigos, son tan afectivas como cualquiera de los textos que se encuentran detrás de una estampa religiosa. Lo ideal es expresarse pausadamente, visualizando el significado de cada palabra en la mente y con todo el amor posible.
Para los que prefieran elevar sus pedidos mediante la oración escrita al Santo, les acercamos el texto:
¡Oh admirable y esclarecido protector mío, San Antonio de Padua! Siempre he tenido grandísima confianza en que me habéis de ayudar en todas mis necesidades, rogando por mí al Señor, a quien servisteis, a la Virgen Santísima, a quien amasteis y al divino Niño Jesús que tantos favores os hizo. Rogadles por mí, para que por vuestra poderosa intercesión me concedan lo que pido.
¡Oh Glorioso San Antonio! Pues las cosas perdidas son halladas por vuestra mediación y obráis tantos prodigios con vuestros devotos; yo os ruego y suplico me alcancéis de la Divina Majestad el recobrar la gracia que he perdido por mis pecados, y el favor que ahora deseo y pido, siendo para Gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
Acompáñenos haciendo la novena a San Antonio de Padua
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